El anti-tinellismo intelectual

Ok. ¿Vieron cuando TIENEN que decir algo? ¿Cuándo se les atraganta en la garganta y necesitan sacarlo? Bueno, yo tengo que decirlo. Tengo, lectores, y estoy segura de que más de uno de ustedes se va a decepcionar.

Estoy harta de la gente que se queja de Showmatch. Me tienen los ovarios por el piso, se los juro. Y ojo, no es que no acepte que hay gente que posiblemente (y probablemente) deteste lo que el programa vende. Más allá de los bailes, que pasaron a un segundo plano casi vergonzoso, el prograa vende un sinfin de sexo, mala educación y agresividad. Y entonces, la gente salta como loca ¡COMO LOCA! '¿Qué le muestran a nuestros hijos? ¿ESA ES LA TELEVISIÓN QUE QUEREMOS CONSUMIR?'

La respuesta: Sí.

¿Y saben por qué? Por que la televisión no es más que un reflejo de nosotros mismos. Un reflejo distorcionado y caricaturesco, pero uno al fin. Uno ya no puede salir a la calle (y si es de mi generación, jamás fue diferente) sin dejar de notar que la gente está alterada.

Desde hace un tiempo que dejé de manejar, por que la calle está jodida. Más allá de la inseguridad por los robos, ya no se puede ir por las cargadas calles de Buenos Aires sin encontrar locos tocando bocina, peatones cruzando por donde se le dan las regaladas ganas y gente en general, peleando por un eterno estado de excitabilidad. Siempre parece que estamos a la defensiva, preparados para salir a la batalla ante la más mínima observación.

¿Tinelli tiene la culpa? No. Vos tenes la culpa en tu casa, por prender la televisión. Vos tenes la culpa, por no bajar un cambio y tomarte las cosas con calma.

La televisión ya no educa, dicen. Bueno, en mi opinión no es trabajo de la televisión educar. Es trabajo de padres, escuelas y nosotros mismos. Si nosotros somos unos maleducados, ¿Por qué la televisión no?

Y ojo, no estoy salvando a Tinelli. Pero él no es la raíz de todos los males. Nosotros lo somos. Cuando tiramos basura a la calle, caminamos sin mirar, no pedimos perdón por nuestros errores y nos volvemos en Maquiavelo. Pero eso sí, cuando es hora de criticar, todos los dedos apuntan hacia afuera.

¿Que haces criticando al reflejo de lo que somos? ¿No te das cuenta que le das más propaganda? Este tipo de fenómenos se alimenta más por el odio y lo bizarro que por cualquier otra cosa. Nosotros alimentamos este fenómeno. La educación, gente, empieza por casa.

Así que la próxima vez, apaga la tele y abrí un libro.

Después hablamos.

The Disney Case

Take That, bitch.

Así que... Estaba pensando el otro día. Si, no se rían. Pienso, eventualmente.

Así que estaba pensando... Y descubrí que todos los integrantes de mi generación está destinado al desastre y al desengaño amoroso permanente. No, basta, no me miren así. Es la posta.

Todo empezó (como usualmente todo empieza en estos tiempos) con un grupo de Facebook. Su nombre, tan real como triste, fue como un baldazo de agua fría. 'Disney Gave Me Unrealistic Expectations About Love'.

Crudo. Cierto. E increiblemente revelador.

La mayoría de las mujeres de mi generación, creció mirando las películas de Disney. Soñando en ser princesa y como, a pesar de todo, nuestros problemas iban a ser solucionados apenas ese hombre, tan perfecto, tan ideal como ninguno, nos venga a solucionar todo. Lo esperamos con ansias, por que de pequeñas nos enseñaron que ESO era exactamente lo que nos iba a pasar. Y punto.

Fijense en la Bella Durmiente. Es un ejemplo típico.

La mina cumplía quince (o diesciseis, no estoy muy segura). Y seamos honestos, tenía que cumplir una sola condición. UNA SOLA. No tocar un huso, por que caería una maldición sobre ella y el pueblo.

Era sencillo, Aurora: No te acerques a la fucking máquina de hilar. Sos una princesa, la puta que te parió. ¿Quién carajo te manda a hilar en tu cumpleaños?

Pero no. No. La señorita no podía (¡Rubia tenía que ser!). La señorita era incapaz de mantener sus manos lejos de una aguja. Y claro, como la pelotudita no hace caso, todo el fucking pueblo cae en un sueño eterno.

Pero wow. Alto ahí. La historia no termina.

Mientras Aurora invernaba cien años, Mister Rightguy Heroicpants atraviesa el horrible y dramático bosque impenetrable que había rodeando el pueblo, en su magnifico corcel blanco, para meterse dentro del castillo de prepo (¡¿Eres tu Edward Cullen?! You, stalker!) y besar a la princesa en sus sueños.

Así que despierta todo el mundo y se ponen a bailar. Y al día siguiente, se casan.

.......

Sí, se casan. Ni se conocen. Él podría haberla violado mientras dormía. Pero tienen una magnifica boda y unen reinos, para luego ser felices por siempre.

Conclusión: Disney me enseña que si yo soy una boluda (o me tomo un par de somníferos), un príncipe (Siempre me cayeron bien los británicos, así que esperemos que sea Harry Windsor) aparece mágicamente en mi Dpto, montando a caballo.

Mi portero va a estar feliz, cuando vea la bosta en el hall.

Volviendo al tema, esto explica exactamente por que mi vida amorosa es un fiasco. Por que inconscientemente, estoy educada para pensar de que va a llegar un chongo rico, lindo, inteligente, de la realeza y... ¿stalker? a mi vida, con solo desearlo. Y se va a querer casar conmigo, como a las... veinticuatro horas de conocerme. Lo cual es triste. Y patético.

¿Y saben cual es el problema? Que las mujeres estamos educadas para eso. Para creer que el amor de hecho existe, y que llegará, inevitablemente. Eso es lo que nos enseñan de chicas. Y el problema, es que mientras nosotras jugabamos a la mamá, a la esposa y a la ama de casa, los nenes jugaban con autos y miraban los Power Rangers.

Ok, tal vez yo también veía los power rangers.

Pero ese no es el punto.

El punto es que los hombres crecen para ser corredores de autos, superheroes y hombres de poder. No amantes. No dulces príncipes recorriendo los bosques impenetrables. Ellos son realistas con respecto al amor, por que no tienen expectativas imposibles de él. Ellos saben que posiblemente pueden enamorarse. Y saben que, también, puede no pasar. Que puede que el amor sea una gran y horrenda mentira que las nenas les cuentan para darle miedo.

No miraron las peliculas de princesas de Disney.

Y si lo hicieron, aún peor. Inconscientemente piensan que todas las mujeres son unas facilongas que le van a decir que sí a todo. Que las mujeres son estas minitas que van a dejar su vida de lado por ellos. Que no tienen elección, más que amarlos, por que sí.

Disney es machista. Y cruel.

Y nosotras unas boludas, por que creemos que todavía el amor épico sólo vendrá a tocar nuestras puertas. Que todo se solucionará cuando nos casemos y tengamos muchos retoños ruidosos y molestos. Disney me enseñó que, básicamente, tengo que ser una rubia tarada.

Gracias al cielo ahora me gusta el cine independiente.

Ugh, me siento ultrajada. Siento asco de mi misma y cómo mi niñez se cae a pedazos. Voy a vomitar y vuelvo.

¡Chupame ESTA!

Proyect Runway nos enseña muchas y variadas cosas, por ejemplo, que Nina García es una Bitch a la que adoramos odiar. Otra: Mientras más fierce y más gay seas, más posibilidades de ganar.

Pero, como diría Heidi, en la moda un día podes estar in y al otro, estar out.

Y ahora, gente, estoy RE-OUT. Y usualmente diría por que estoy vieja. Pero no. Es por que la moda se puso especialmente prepuber, hormonal e idiota. Por que no solo esta de moda el Hippie Chic, los bolsos XL, sino que se puso de moda una criatura fantástica.

Bienvenidos, lectores, al verano en que los vampiros se pusieron de moda. Sí, leyeron bien. Y espero que se hayan dado cuenta, para huir despavoridamente cada vez que vean colmillos en su pantalla de televisión, en el cine, en una página de libro o en cualquier otro lugar. Por que lo invadieron todo. TODO.

Esta tendencia por amar a las pseudosanguijuelas en jeans de diseñador apareció por culpa de Twilight. Es todo culpa de Twilight. Y por si acabas de despertar de un coma (Estar en coma suena bien en este punto, realmente) y no sabes lo que es Twilight, les hago un pequeño resumen.

Un día Stephanie Meyer (autora de Twilight) se dio cuenta de algo: Las adolescentes prepuberes se estaban desconsoladas. Una parte de población se sentía abandonada cuando J.K. Rowling finalizó la serie de Harry Potter. ¡Ya no había más magia! ¡Ya no había más Harry!

Esta generación, acostumbrada a leer libros de mala calidad, necesitaban algo nuevo. Pero algo más maduro, en lo posible. O mejor dicho: algo más hormonal. Harry, con diecisiete años, no podía andar tocandole las tetas a la hermanita menor de su mejor amigo… ¡Tenía que salvar al mundo antes! Así que era hora que alguien hiciera lo que Harry no pudiese.

Y de ahí nació Twilight, este libro sobre el amor épico entre una adolescente humana, Bella Swan, y su novio de la secundaria, Local Hottie, Edward Cullen.

Bella, la protagonista más estúpida, egocéntrica y masoquista con baja autoestima, se muda con su padre luego de que su madre eligiera al nuevo marido antes que a ella. Al llegar al nuevo colegio, automáticamente, de la nada, todos se enamoran perdidamente de ella, incluídos el joven, hermoso, rico y misterioso Edward Cullen… que (¡APA! Here’s the twist!) es un vampiro. Y no cualquier tipo de vampiro, oh no. Un vampiro vegetariano que brilla más que los trajes de Madonna en los 80 bajo la luz solar.

Al principio, él quiere comérsela (en el sentido literal, ya saben, como a un pollo) pero se resiste románticamente, por que se enamora de ella. Entonces, se convierte en el novio más insoportable, abusivo y sobreprotector del planeta. Todas las noches se mete a hurtadillas en la habitación de ella a mirarla dormir, mientras la huele (HELLO?! ¿¡ORDEN DE RESTRICCION?!) y después, a medida que el libro va desarrollándose, le prohibe a Bella juntarse con su mejor amigo, Jacob.

Bella lo ignora, en un primer acto de conciencia, a pesar de que sabe que su mejor amigo está perdidamente enamorado de ella y es el enemigo mortal de su novio. ¡oh! ¡Y me olvidaba! ¡Un hombre lobo!

Así que resumiendo un poco, este libro es básicamente una telenovela brasilera, de una chica que se junta con freaks cargada de un intenso erotismo encubierto y varios matices emo.

Después de eso, HBO se avivó de la moda y ¿Qué hizo? Convirtió los libros de Sookie Stackhouse en una serie de TV, a la que tengo que admitir, soy adicta (¡Nadie es perfecto!). Descubrí entonces que True Blood tiene exactamente la misma trama que Twilight, pero bien desarrollada, con emoción y personajes que SI tienen personalidad, salvo por el vampiro protagonista, Bill Compton, al que sinceramente detesto. Stephanie, cariño, mientras copiabas los personajes, ¿No podías copiar las partes interesantes?

Por si fuera poco tener las películas y libros de Twilight por todos lados, y en la tele ver True Blood, aparecieron dos telenovelas nuevas. The Vampiro Chronicles y… La que protagoniza Chayanne. Si, Chayanne.

La primera trata sobre esta chica popular, inteligente y hermosa que se encuentra atrapada entre el amor de dos vampiros que son hermanos. Uno bueno y uno malo, terminando de cumplir fantasías adolescentes (Ya saben, el trío con los hermanos y levantarse al chico bueno y al malo)

La de Chayanne (A.k.a. Gabriel, un amor inmortal) no es mucho mejor. El Protagonista es obviamente el cantante, que hace de un vampiro emo que busca a la reencarnación de su amor pasado, enfrentándose a un vampiro malo que también trata de levantársela, no entendí muy bien por qué.

Pero, es algo que está fuera de mis conocimientos (Quizá por que yo si soy humana, y no vampiro) por qué todas las prepuberes ahora están enamoradas de los vampiros. ¿Cómo es que las marcas en el cuello de dientes están de moda? ¿Es esto una manera de encubrir las marcas en el cuello de pasión desenfrenada?

Prepuber: 'Oh, no, má. No es un chupón, es que mi novio es un vampiro'

Madre: 'Oh, eso cambia las cosas. ¡Esa es mi hija! ¡Para eso trabajé como una burra para criarte! ¡Para que te levantes un vampiro!'

¿Tienen pasión desenfrenada, at all, estas chicas?

No lo sé. Son esos misterios de la vida.

OH. NO.

Decime que vos no, Cintia. Por favor, no vos. Sos mi modelo preferida, decime que no caíste en esa. ¡CINTIA! ¡NOOOO!

Oh, Boy. Si Anne Rice viese lo que le están haciendo a sus amados vampiros, como nos cagaría a todos a trompadas.

Por lo pronto, Auf Wiedersehen. Lo siento, Heidi, no puedo apoyarte en ésta.

El karma de los Diez centimetros

Como el otro día mi amiga Aki cumplió años, hoy nos juntamos a almorzar en el Mc enfrente del obelisco. Y no puedo negarlo, yo soy una cholula de mierda, me calce unos zapatos que a pesar de que no tenían taco altísimo, unos siete centímetros deben tener de alzada.
¿Cuál es el punto? El punto es que con los días de lluvia que hizo, apenas pisé el tercer escalón de las escaleras del Subte (Acoyte, Línea A) me pegue un resbalón de la puta madre y caí de totó al suelo, bajando unos cinco escalones a los rebotones.

Y entonces, cuando finalmente me detuve, tuve uno de esos momentos. Ustedes saben, esos momentos en los que las mujeres tenemos esas revelaciones flasheras, que eran más que obvias, pero nosotras no las podíamos ver.
La cuestión es que me pregunté (ahí tirada sobre las escaleras del subte, mientras la gente pasaba ignorando mi odioso accidente) por qué en este planeta las mujeres usan tacos. Es decir, mucha gente me lo pregunta día a día. Por que supuestamente, las chicas bajas tienen derecho sobre los tacos, como para ganar altura. Yo, que no mido un 1,80 m por dos centímetros, no necesitaría, en teoría.

¡Falso!
¿Qué onda con eso de que no puedo usar tacos por que ya tengo las piernas largas? No entiendo el punto de dejarle la posibilidad solo a las chicas más bajas que yo de usarlos. Me dicen que no voy a conseguir novio si uso tacos, por que soy más alta de lo común.
¡Hola! Newsflash! No consigo novio ni con converse, ni descalza. No fastidien.

Pero volvamos a las necesidades de usar taco.
En realidad, nadie en este planeta necesita esos tacos. Es decir, la mitad de veces que me calzo alguno de mis zapatos, sé que voy a sufrir como una perra durante cada condenado segundo que los use. Sé que voy a lidiar con mi falta de equilibrio de la manera más glamourosa y (espero, al menos) menos obvia que sea posible, a pesar de mi torpeza.
Por eso, ahí voy yo, feliz de la vida, con mis ampollas en el talón y los dedos en los abotinados de lycra negros, taco cuadrado y puntera en cuero, sintiendo todo el glamour que seis centímetros más me dan.
Y ahí voy también a mandarme a hacer los louboutins de doce centímetros que usó Britney en If you seek Amy (también conocidos como los Dillan), sabiendo que no los voy a poder caminar y en la fiesta que los vaya a usar probablemente me los tendré que sacar a los... no sé... ¿Quince minutos?

Es el karma, ¿Saben? Te dice '¿Así que queres tener piernas largas y hermosas? ¿querés sentirte bien? ¡Já! ¡Tomala puta!' y te pone en el camino un empedrado y esas veredas con cuadraditos chiquitos, en los que el taco se mete y te resbalas, mientras te haces la desentendida con cara de poker. Eventualmente, te manda tambien un poco de polvo, cuando te caes de trompa al piso. Y después te manda ampoyas y calambres, como para que no te olvides.

Esos zapatos no estan hechos para ser caminados. Lo sé desde antes de usarlos. Estan hechos para ser hermosos. Y punto. No hay mucha vuelta al asunto. Son como los Back-to-Front de Marc Jacobs: el accesorio perfecto para acompañarlos, es un casco y protectores para caídas.
Pero no son los centímetros físicos más. Vos te podes poner dos centímetros de taco que algo cambia en tu interior. Algo que dice 'Rawr, soy una fiera' Es como un instantáneo boost al autoestima. Caminas diferente cuando estas en los tacos (No, no tiene nada que ver con las ampollas, no sean perras), miras diferente a la gente. Los tacos te transforman.

Sin embargo, bien que me volví a casa hoy, con el taco del zapato choteado, a ponerme las chatitas e irme a ver a Aki, puteando a mi boost del autoestima. Mi totó, agradecido.

Signos... de interrogación

Penny: Soy Sagitario, lo que probablemente les dice mucho más de lo que necesitan saber de mi

Sheldon: Sí, nos dice que tu participas en la Ilusión Cultural Masiva de que la posicion aparente del sol, relacionada con constelaciones arbitrariamente dispuestas en el tiempo de tu nacimiento, de alguna manera, afecta tu personalidad

The Big Bang Theory
S01xE01 - Pilot

Los signos Zodiacales me confunden.
Es decir... Cuando uno los miraba en los Caballeros del Zodiaco eran como lo más de lo más.
Pero en la luz de mi juventud, me confuden.

Es decir... Supuestamente, debido al día que naciste, adquirirás un patrón de comportamiento determinado, que es imposible intercambiar. Entre que ya es un karma vivir y que todo el mundo hace decisiones por vos durante mucho tiempo, también estan los signos hinchando las bolas.
O sea, a las madres no les era suficiente con ponerte un nombre que te estigmatice el resto de tu vida, ponerte vestidos horrendos con volados y cuellos enormes... sino que también decide tu personalidad. ¡Hace las cuentas la mina!
Agarra, lee los signos zodiacales, y elige el que más le guste. Ponele... Aries o Capricornio. Nueve meses antes, se pone a tener sexo con el señor marido. Y si a la primera no funciona, un año de abstinencia. Como para que el marido aprenda a ponerla como se debe.

Y guarda con los ascendentes. A como se viene la juventud de hoy en día, los hijos del futuro van a tener que esperar una o dos horas más para su nacimiento. No te vaya a salir con un ascendente pedorro.

Y con cada signo viene una actitud frente a la vida, un deseo... ¡hasta posiciones sexuales determinadas de acuerdo a tu signo zodiacal! Deciden todo, TODO en tu vida. ¡nbada queda a tu criterio. Tu libertad esta coartada por doce signos que nadie sabe de donde salieron.

Esto de los signos te hace saber que hijos no son queridos, también. Es decir, ¿Qué madre en sus cabales quiere un escorpio? Yo lo sé. Lo sé desde hace tiempo. Mi madre no podía querer que yo naciera siendo lo que soy. ¡Eso es autoflagelacion! Mi hermano menor, en cambio, un virgo... es otro tema. RE bien planificado.

El horoscopo vuelve locas a las mujeres. Las agarra y les predice la semana en terminos tan presisos como 'recibirás una sopresa inesperada'. Valga la redundancia, obvio. Con las mujeres nunca se puede escatimar palabras en el horoscopo. Otro enunciado comun: 'estas en tu mejor momento'.
Yo les digo, tengo como cinco años de mis mejores momentos.

Y por si no te hubieran cagado poco con el signo del zodiaco el ascendente y la carta lunar y solar... tenes el horoscopo chino, que no sabes muy bien lo que es, pero igual tenes re clara que sos una serpiente de agua, un dragon de tierra o un caballo de fuego. Aunque suene a pokemon.

Lo malo de los signos (¿no había dicho lo malo aún?) es que es una teoría sumamente simplista. divide a las personas primero en doce estereotipos. Que a su vez se dividen en doce esereotipos más, dependiendo del ascendente. Que a la vez se dividen en doce más, del horoscopo chino.
De siete mil millones de personas en el mundo, cuatro millones tienen tu misma personalidad.

¡Novios y profesores mentirosos que nos dicen que somos unicas e irremplazables!

Matematicas Erroneas

Dinero+Halagos=Sexo
Es una formula sencilla y universal. La han aplicado todos los hombres.
Es decir, se casan por eso, basicamente. Por que mediante su aporte de dinero y halagos la mujer le asegura sexo libre de enfermedades venereas. ¿No que sí?

Pero las mujeres también que poner de sí algo:
Dinero=Sexo-halagos
El hombre sólo les dará dinero, si la formula Sexo-Halagos es mayor a cero. Todo el mundo sabe que para tener sexo mediocre, pueden usar su mano. Por eso, los halagos son proporcionalmente menores al sexo. Y mientras mejor el sexo, mayor el dinero.

Así que había un equilibrio. El hombre ponía la pasta, sí. Pero la mujer ponía todo de ella para que el dinero siguiera un flujo fijo desde la billetera de su marido a la caja registradora de los diseñadores que quisiera usar esa temporada.

Y entonces, llego la cosmo.
Y las matematicas se fueron a la mierda.
Por que alguien en el pasado le había asegurado a los hombres que si se ponían con guita y halagos, iban a tener sexo. Y la cosmo los caga, por que le ofrece a las mujeres sexo y halagos por una minima cuota de dinero.
Como una prostituta, pero con más articulos del mismo tema.

Le dice a Doña Rosa, la ama de casa de cuarenta y ocho años, veinte kilos de más, cuatro hijos, estrías y celulitis que su personalidad en la cama es dominante, que la mejor manera de conectarse con su chico es practicando el sexo oral y que tiene que tomar las riendas de su carrera poniendose sobre los hombres opresores que no aceptarán el peligro de una mujer exitosa.
Después de leerla, Doña Rosa vuelve a pelar papas y cortar zanahoria, pensando. Y sintiendose una dominatrix.

¿Como no se iban a hacer ricos los dueños de la Cosmo?
Te incita a tener sexo solo por placer (e incluso masturbarte, para evitar usar esos elementos tan dispensables como los hombres), a tener una carrera exitosa para autoabastecerte. Es como un marido copado, al que no le molesta que seas mejor que él y la que lleva los pantalones en la casa, pero ni siquiera le tenes que planchar las camisas y hacer la comida. También te ayuda a hacer mil y un dietas para estar divina, y una completisima guía de ropa zapatos y maquillaje, como el mejor de los amigos Gays. Y por si todo eso fuera poco, te ofrece un test para descubrir que posición sexual sos y el horoscopo, para que no te pierdas lo que los astros tienen para decirte.

En resumen, la cosmo es el hombre perfecto.
¡Y ni siquiera te va a ser infiel!

Así que si encontraste en tu casa un látigo y esposas, anda preocupandote, Hombre del Planeta: Parece que te topaste con una Chica Cosmo.

Sobre la Segunda Guerra Mundial

Cuando entró el Pablo, lo encontró hundido en el sillón, acostado boca abajo y quieto. Se estaba haciendo el dormido y lo podía saber a kilómetros. Era su hermano, por todos los santos. Si no se daba cuenta de eso, no servía de nada tres años de convivencia.
"¿Sigue haciéndose la dificil?" le preguntó, mientras tiraba el bolso con libros en el suelo y avanzaba hacia la cocina.
"No quiero hablar de eso." le dijo.
El sonido se ahogó un poco. Quizás fuera por que Nicolás quería ahogarse a sí mismo.
"¿Que pasó?" insistió Pablo, mirandose las uñas mientras abría la heladera y sacaba el cartón de leche.
"Dice que hay kilómetros entre nosotros." dijo rodando los ojos y sentandose, al fin.
"¿Que significa eso?"
"Ni la más puta idea. De vez en cuando es un poco dramática."
"¿De vez en cuando...?"
"No sé que hacer."
Pabló sonrió y bajó el cartón, para limpiarse la boca con la manda de la camisa a cuadrillé que llevaba puesta.
"¿Festejar?" preguntó sarcásticamente.
"¿Que decís?" contestó el hermano menor, enojado, tirandole lo primero que encontró cerca.
Y pum. El celular cayó al piso estrepitosamente y volvió a partirse en dos, luego de que Pablo lio mirara alzarse y caer... a tres metros de sus pies.
"Puta madre." murmuró Nicolás poniendose de pie y avanzando hacia el aparato para unir las piezas de vuelta.
Su hermano mayor miró por sobre su hombro, apostando que esta vez el celular no habría sobrevivido. Pero no, ahí estaba encendiendose de nuevo, perfecto.
"Es inmortal. Llamá al vaticano." dijo palmeandole el hombro. Volvió a llevarse el cartón de leche a la boca.
"¿Vos decías que me va a llamar?" preguntó Nicolás mordiendose el labio inferior.
"Seguro. Nadie más se banca a esa loca. Sinceramente," dijo rodando los ojos. "Deberías estar de partuza por que finalmente te la sacaste de encima."
Nicolas hizo una mueca con la boca y rodó los ojos. No entendía por que Pablo no soportaba a Regina, sinceramente. Su hermano estaba obsesionado con decirle que eras mala mina.
Medio histerica, sí.
¿Mala? Ni ahí. Regina no podía lastimar ni a una mosca.
Pablo le devolvió el gesto y lo sostuvo por los hombros unos segundos.
"Man, date cuenta." le dijo zamarreandolo. "La mina es un problema. Siempre lo fue. Siempre lo va a hacer."
"¿Qué te hizo?"
"A mi nada. Pero a vos te lleva como si tuvieras correa. Deja de ser así de..."
"¿De qué?"
"¡De pollerudo! ¡La mina es la Alemania de la Segunda Guerra Mundial! Nadie se la banca."
"¿Y?"
Pablo rodó los ojos de nuevo.
"Va a volver sola, man." le dijo hastiado del tema.
"¿Vos decis?"
"Ojalá que no, igual." le dijo, golpeando un hombro. "Pero sí. Así que bien que podrías disfrutar mientras ella no está, ¿No?"
"¿Eh?"
"Llamá a Delfina."
"¿Que carajo...?"
"Si Regina es Alemania, Delfina es Estado Unidos." le dijo Pablo, señalándolo.
"No te sigo."
"No terminé. Vos sos Rusia."
"Sigo perdido."
"Hace que Estados Unidos te ayude a ganarle a Alemania." contestó Pablo. "Vos, Rusia, y ella, Estados Unidos, no se bancan, pero tienen un objetivo común. Ella quiere destruir a Regina y vos la queres de vuelta."
"¿Eso es un interes común?"
"Hace que Alemania tenga celos."
"No digas Giladas."